lunes, 14 de noviembre de 2011

Resulta que, según Huxley, tengo derecho a la Pereza

        
          "El mal du siècle era un mal inevitable, de hecho, podemos presumir con cierto orgullo que tenemos derecho a nuestra acidia. Para nosotros no es un pecado o un padecimiento de hipocondríacos, es un estado mental que el destino nos ha impuesto".


                                                                      Aldous Huxley, "En el margen" (1923)


          Para empezar, cabría resaltar que "mal del siglo", que procede del francés "mal du siècle", se refiere a la crisis de valores que tuvo lugar en el Romanticismo decimonónico. Por otro lado, "acidia", según la RAE, es "pereza, flojedad", tanto en un sentido de inactividad y vagancia, como en un sentido de abatimiento o suspense frente a los problemas. Leyendo un libro que, poco o nada tiene que ver con la pereza o la acidia, me he topado con la frase arriba expuesta de Huxley, según la cual, al igual que el "derecho a mi fiesta de la República Independiente de mi Casa", tengo "derecho a mi pereza", esperemos que, en cualquier república. 


        La verdad es que, sabiéndome un poquito perezoso, esta frase me viene genial, aunque reconozca que es una completa barbaridad. Perezoso, sí, pero lo bastante centrado como para auto-inculparme de un pecado, más social que espiritual, alejado de cualquier alabanza. No obstante, y quizás no merecedor de figurar en el mismo círculo que los iracundos, me alegro que alguien reivindique de forma tan poco acertada y tan conformista los derechos de los perezosos. Así va el mundo.


       Por cierto, no vale decir ¡qué chico más perezoso y vago!, y que luego te de "pereza" leer las cosas que publico en el blog. Por favor, hay que ser coherentes.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pero el derecho a ser perezosos es instintivo?, es decir, ¿nacemos con derecho a ser perezosos? o ¿nos hacemos merecedores del derecho a ser perezosos?

Unknown dijo...

La verdad es que no soy nada experto de Huxley, pero pienso que por un lado, existe el derecho "inherente" por llamarlo de alguna manera a ser perezoso. Esto me parece legítimo, es decir, poder elegir libremente ser una persona perezosa, al igual que se eligen muchos otros pecados capitales, la pereza no es menos. Si bien lo que más me llama la atención de la frase es que, de una u otra forma, se justifica la pereza y mejor dicho la acidia, que es un término más espiritual y menos banal que la pereza. Es importante resaltar que la expresión viene a través de considerar el "mal del siglo" de Chateaubriand, por lo que se comprende que en una situación de abatimiento moral se piense más en la evasión del mundo a causa de la acidia.

Hacernos con el derecho a ser perezosos es realmente reprobable, ya que sería contrario al hecho de ser perezoso tener que hacer méritos para poder serlo. Ya te digo, no soy en absoluto experto sobre el tema, ni muchísimo menos, pero lo veo como una opción que filosóficamente podía tener su razón de ser en el Romanticismo, ya que, "el destino nos lo ha impuesto", esto es, es algo que sufrimos como resultado de haber vivido en una época o un tiempo que no podía darnos nada mejor. ¿Qué opinas tú?

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